Cuando el desánimo se apodera de mi.
Se enciende un fuego dentro mío que quema todo.
Los puentes, los vínculos, los buenos hábitos.
Termino quemando , la alegría, los ánimos, la amistad, el amor.
Los sombreros, las cortinas, las preguntas...
¿por qué soy así?
¿porque yo?
¿por qué no puedo arreglarlo?
¿por qué no puedo soltar?
Quemó todo lo que me rodea,
las plantas, los auriculares, prendo cigarrillos, cervezas, soberbia.
Es el orgullo combustible de todo fuego dañino.
quema el atractivo, la tarta, los perros.
No olvido, ni suelto, solo enciendo.
Recuerdos, rencores, decepciones.
Quemo...
Hasta que las lágrimas sofocan todo y logró dormir.
El poema es terapéutico.
ResponderBorrarAl final puedes dormir...
Cuando despiertes podrás reconstruir.
Todos los días puedes reconstruir
ResponderBorrarBesos